jueves, 15 de noviembre de 2018

Educación y economía

  
Desde el momento en que la vinculación económica tiene una relación estrecha con la vida de todos los seres humanos, es inexorable que ésta tenga injerencia directa en el proceso educativo de nuestro país. Conocer el funcionamiento de la economía nacional nos sirve para reconocer y comprender los fenómenos sociales que acontecen a cada instante en nuestra sociedad.

Adam Smith dice que el hombre bien preparado puede igualarse en el proceso de producción a una máquina cara; pero lamentablemente la situación económica actual pareciera no respetar más esta idea. Ahora la relación entre preparación académica y un nivel de ingreso personal alto ya no es tan equitativa.

Los docentes tenemos el enorme reto, primero convencernos de la importancia de una educación económica personal y después de la relevancia de inculcar en las generaciones venideras que es fundamental tener una cultura del ahorro y consumo responsable. Con ello la globalización podrá ser entendida como un proceso ágil y dinámico que tiende a dar mayor comodidad a aquellos que saben qué papel juegan conscientemente en dicho devenir histórico y social.

Reconocer que la función económica es inherente a nuestra forma de vida es una realidad, sabemos que conocer el sistema económico y el papel que representamos en dicho universo financiero, nos permite vislumbrar las relaciones existentes entre los hechos acaecidos observables y las repercusiones que en muchos momentos no son tan fáciles de analizar.

Esta relación tan estrecha entre la economía y la educación es sin duda una forma de entender las diferentes interconexiones existentes entre todos los factores que tienen que ver con la forma en que la sociedad puede explicar los fenómenos sociales, políticos, económicos y hasta porque no generacionales que se presentan a cada momento en una sociedad tan dinámica como la nuestra.

Es entonces la información y el conocimiento el que puede dotar al hombre de todos los elementos que le permitan entender, analizar y después transformar la realidad en la que habita. Esta es la labor que nos corresponde realizar en nuestro devenir cotidiano, luchar por influir en el traslado de la información y más importante aún la interpretación de dichos datos para que los receptores, nuestros alumnos, puedan ser capaces de desarrollar la habilidad para desentrañar un mundo que pareciera estar codificado para unos cuantos.

Saber cómo la propia economía personal es un reflejo de la cultura nacional, es un parte aguas importantísimo para develar la relación tan directa que se puede observar entre el bienestar social y la productividad de la economía nacional. Con ello se puede analizar la equidad en la distribución de la riqueza y recapitular en la forma en que la enseñanza está ayudando o no a la mejora de este reparto.

Como conclusión es muy interesante poder analizar las características que provienen del modelo económico mundial, el cual tiene un profundo efecto en la economía nacional e individual; esto asociado a la relación definitiva con la educación de nuestro país arroja datos que permiten reflexionar sobre la importancia del conocimiento para no ser una botella arrojada al agua, la cual se dirige a donde la lleve la corriente.

Este conocimiento es la herramienta fundamental que hace al hombre libre y capaz de saber manejar las circunstancias que están a su alcance para poder crear una mejor forma de vida que influya en la transformación primero, de la realidad de los suyos, y después porque no, en la realidad colectiva nacional.

Vargas, M. R. (s.f.). AMPSIE. Recuperado el 15 de Noviembre de 2018, de https://www.psicoedu.org/economia-y-educacion/


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